LA ACUPUNTURA, ALGO MÁS QUE UNAS AGUJAS EN UNOS PUNTOS DETERMINADOS
La acupuntura forma parte de la Medicina Tradicional China (MTC) y habitualmente se define como la inserción de pequeñas agujas en puntos determinados del cuerpo con la finalidad de conseguir un resultado terapéutico. En Occidente es la rama de la MTC más conocida y difundida, aunque en China el médico valorado es aquel que domina la medicina herbal y la acupuntura es un complemento de la misma.
Recientemente tuve la gran suerte de asistir a una formación en la que vino un experto en historia de la MTC que nos mostró la importancia del contexto histórico para poder entender no solo la evolución de la acupuntura y las técnicas diagnósticas, sino también que lo que ha llegado a nuestros días, lo que actualmente se enseña, es un popurrí de diferentes técnicas de las diferentes escuelas. Precisamente esta falta de criterio unificado en la enseñanza de la acupuntura es la que la relegó a un segundo plano hasta el punto de intentar hacerla desaparecer y para su supervivencia la acupuntura tuvo que adaptarse a las funciones de la fitoterapia china, atribuyendo a los puntos funciones que de manera tradicional se daban a las materias médicas.
El método científico intenta constantemente demostrar la existencia de meridianos y puntos, olvidando el momento histórico en el que se desarrolló esta técnica y realizando una mala interpretación de los textos antiguos. Una de las cosas que me quedaron claras fue la necesidad de profundizar en historia de la MTC para poder entender cómo hemos llegado hasta donde hemos llegado.
Cuando estudié acupuntura y las bases teóricas de la MTC había muchas lagunas, muchos aspectos que me ha costado años entender y que todavía sigo profundizando para poder entenderlos mejor. En China existe la carrera de MTC en humana y en el caso de los animales, forma parte del plan docente de la carrera de veterinaria, así que no concibo de ninguna manera que una persona que no tenga conocimientos médicos sólidos pueda punturar por el riesgo que supone para el paciente. En pleno siglo XXI es absurdo no tener en cuenta los avances que nos proporciona la medicina alopática y las pruebas médicas tales como pruebas de imagen, analíticas, electrocardiogramas, etc, no es válido la respuesta de “se trata de hacer un diagnóstico según la MTC para poder tratar al paciente adecuadamente” porque no es así, se trata de integrar y va a haber pacientes que solo podremos controlar con pruebas que nos aporta la medicina convencional. Es necesario saber qué quieren decir los conceptos chinos en palabras occidentales para que la persona lo entienda, a su vez es importante el respeto a la tradición, llegando a un equilibrio que nos permita entender en todo momento qué está pasando y saber si realmente podemos o no asumir el caso.
Algo que muchas veces escucho y es una clarísima red flag es que la acupuntura es inocua ya que no lo es y de hecho hay casos reportados en la literatura de muertes directamente asociadas a una mala acupuntura, así como efectos adversos como mareos, desmayos o convulsiones. Mi experiencia clínica es que puedes empeorar a un paciente si te pasas con las agujas y no, no es normal que un paciente pueda encontrarse débil o peor tras una sesión de acupuntura, que te digan eso es otra red flag clarísima.
La acupuntura es segura, eso no quita que haya casos en los que tengamos que vigilar, algo que incluso los propios textos mencionan, por el riesgo de empeorar o producir efectos no deseados, como podría ser, sin ir más lejos, un aborto.
Por desgracia, a día de hoy en España la formación no está reglada, con el peligro que comporta y con la frustración que puede acarrear ya que ¿cuántas veces hemos escuchado testimonios de que la acupuntura no sirve? Y es curioso porque la base científica que avala su evidencia es tan amplia que la Organización Mundial de la Salud la reconoce como válida, eso sí, pidiendo su regulación para ofrecer una terapia de calidad con personal adecuadamente formado.
Debido a que es una formación no reglada, mi consejo es que siempre pidáis el CV, ya que no es lo mismo haber estudiado la carrera de veterinaria y luego haberse especializado en acupuntura que haberse formado en 2 años en total, si me apuras 3 en caso de ser auxiliar técnico veterinario. Tampoco es lo mismo haber limitado la formación a lo anteriormente mencionado que seguir formándose, tanto a nivel nacional pero, sobre todo, internacional. Y como último consejo, actualmente se llama “internacional” a todo con la intención de darle prestigio, pero si algo es realmente internacional, habrá ponentes de todo el mundo y, por lo tanto, la formación se impartirá en inglés.