Es común en consulta encontrar pacientes con problemas orales, de hecho, las bases bibliográficas estiman que el 70% de los gatos y el 80% de los perros de más de 2 años sufren de algún tipo de enfermedad periodontal. Siendo un problema tan frecuente, requiere que lo abordemos.
¿Qué es la enfermedad periodontal?
Se trata de una enfermedad inflamatoria común y compleja debida al acúmulo de placa dental o sarro. Esta condición inflamatoria es la causante de la destrucción de las estructuras de soporte de los dientes. También es la principal causa de pérdida de piezas dentales y se ha relacionado de manera directa con diferentes enfermedades sistémicas.
Hay cuatro estadios de la enfermedad periodontal:
- Estadio 1: gingivitis. Es reversible ya que no hay pérdida de la fijación dental.
- Estadio 2: Hay una pérdida de menos del 25% de la fijación dental. Aparecen los primeros signos de periodontitis, que es la inflamación del periodonto que causará la pérdida de fijación dental.
- Estadio 3: Hay una pérdida entre el 25% y el 50% de la fijación dental.
- Estadio 4: La pérdida de la fijación dental es de más del 50%.
Además, hay que tener presente que, a medida que avanza la enfermedad periodontal, la placa bacteriana va cambiando de composición. En las bocas de animales sanos abundan las bacterias grampositivas, en su mayoría cocos y bacilos aeróbicos facultativos; mientras que en las bocas de animales que sufren de periodontitis encontramos bacilos gramnegativos anaeróbicos y muchas veces se han visto también espiroquetas.
Las bacterias alojadas en la placa subgingival secretan metabolitos y toxinas causantes de la inflamación gingival y de los tejidos periodontales. En este punto se activa la respuesta del sistema inmune del animal para combatir los patógenos aunque puede producir también mayor destrucción del tejido local. Pero en aquellos animales con una pobre respuesta inmune la enfermedad es mucho más severa.
El último punto de la enfermedad periodontal se produce con la pérdida de la pieza dental afectada.
Foto: Dog Dazzled
Complicaciones de salud asociadas
Igual que pasa con los seres humanos, la salud de la boca de nuestros animales también afecta a su salud general más allá del mal aliento y el dolor que produce esta enfermedad. Cabe destacar que el hecho que el animal siga comiendo o no muestre de manera evidente dolor no implica que no le duela la boca.
Dejando de lado la sintomatología asociada directamente al problema inflamatorio, como movimiento de los dientes, recesión gingival, sangrado gingival, hinchazón en la cara, fístulas oronasales y descarga nasal (secundaría a las fístulas), entre otras; también han sido descritos otro tipo de síntomas debido a la entrada de bacterias al torrente sanguíneo. Así pues, han sido descritas endocarditis séptica, fallo renal y septicemia asociadas directamente a la enfermedad periodontal severa. En opinión de la autora, las complicaciones sistémicas asociadas a la enfermedad periodontal y las muertes que podrían atribuirse a la misma están infradiagnosticadas.
¿Cuáles son las causas?
Uno de los principales contribuyentes a la alta incidencia de enfermedad periodontal es el consumo de alimentos que facilitan el acúmulo de placa y la formación de cálculos debido a que son poco abrasivos con la superficie del diente. Hay otros factores que influyen como el tamaño (siendo más habitual en razas pequeñas y toy), el pH de la saliva o alteraciones que provoquen mala oclusión de la boca.
Tratamiento y prevención
Una vez la enfermedad ya está instaurada, el único tratamiento válido es la higiene dental bajo anestesia después de una valoración a fondo de las diferentes piezas y su salud, necesitando para ello también la realización de radiografías. Hay personas que garantizan una completa higiene sin necesidad de anestesia, lo cual es imposible. Sin anestesia lo único posible es quitar la placa expuesta, no la subgingival, que es la que puede entrar en torrente sanguíneo y produce los peores efectos de la enfermedad periodontal, de modo que solo se produce un manejo estético y no un tratamiento, poniendo, además, en riesgo el bienestar del animal ya que son zonas inflamadas y, por lo tanto, dolorosas.
Como siempre, lo más importante es prevenir y en este sentido los huesos recreativos juegan un gran papel. En 2013 Dourado et al. Demostraron en su estudio Evaluation of teeth injuries in Beagle dogs caused by autoclaved beef bones used as a chewing item to remove dental calculus en el que se observó que todos los perros usados en el estudio mostraron disminución de los cálculos al tercer día de usar huesos, igual que ya se había visto en otro estudio anterior. Cito este estudio porque es de acceso libre y es interesante porque muestra que son más seguros los huesos corticales, que son los que habitualmente se usan como hueso recreativo, que los huesos esponjosos ya que estos últimos, pese a ser más efectivos, pueden producir lesiones en los dientes. Pese a que los huesos recreativos disminuyan los cálculos, no debemos olvidar que solo lo harán con los situados en la superficie del diente, pero no harán efecto sobre la placa subgingival, la cual es importante que pueda ser retirada, por eso, aunque usemos huesos recreativos para ayudar a la eliminación de placa, si ya se encuentra también a nivel subgingival deberemos realizar higiene dental.