La otitis externa es la inflamación del conducto auditivo externo. Es un problema complejo que tiene diferentes causas y, por ello, no representa un diagnóstico, sino más bien una consecuencia. Muchas veces hay varias causas que comportan una otitis y resulta un gran desafÃo poder abordarlas todas, pero es algo necesario para evitar la perpetuación de otitis recurrentes con las molestias que implican para el animal y sus posibles complicaciones. Las causas que producen las otitis externas se clasifican en predisponentes, primarias, secundarias y perpetuantes. Es importante conocer estas causas ya que muchas otitis crónicas tienen al menos una causa primaria y varias perpetuantes y no ser capaz de reconocerlos lleva a fracasos terapéuticos.
Las causas predisponentes no son causa de otitis, pero sà que la facilitan ya que favorecen el crecimiento de hongos y bacterias. Por ejemplo, hay razas que tienen el conducto auditivo externo más estrecho de lo normal, como los Shar Pei; otra causa serÃa el aumento de humedad, como podrÃa ser los baños en rÃos y playas en verano.
Los factores primarios son aquellos directamente causantes de la otitis:
- Cuerpos extraños, como las espigas.
- Parásitos.
- Alergias: siendo una de las causas más importantes y que debe tenerse en cuenta ya que hasta en un 30% de los casos la única presentación de la alergia va a ser una otitis.
- AnomalÃas de la queratinización: hay razas predispuestas, como el Cocker Spaniel. En estos casos se produce mayor cantidad de cerumen y de menor calidad, de modo que no resulta una barrera efectiva contra los microorganismos patógenos.
- Otras causas, como problemas endocrinos, autoinmunes o neoplasias.
Los factores secundarios son aquellos directamente causantes de otitis pero solo en aquellos conductos auditivos que no están sanos y son las levaduras y las bacterias.
Los factores perpetuantes son aquellos que perpetuan el cuadro de otitis, como los cambios patológicos que se producen en el canal auditivo externo a causa de la cronificación de las otitis.
Es necesario buscar la causa primaria de las otitis para evitar su cronificación y su recurrencia, en especial cuando el animal ya tiene un historial de varias otitis. Un abordaje que se limite al tratamiento de la otitis sin tratar la causa primaria está abocado al fracaso, en especial teniendo presente que en muchas ocasiones el origen es alérgico.
Además otro aspecto a considerar son las estrategias terapéuticas utilizadas para tratar estas otitis. Cada vez es más habitual ver superbacterias en los animales, en especial en los conductos auditivos de animales con historial de otitis recurrentes, por lo tanto, siempre que sea posible hay que evitar el uso de antibióticos y nunca debe medicarse a un perro con sospecha de otitis porque en su dÃa el veterinario le recetó aquel producto y le fue bien. Es habitual encontrar en consulta personas que vienen por otitis que empeoran pese a estar con tratamiento antibiótico y la mayorÃa de las veces es porque han automedicado realizando mal la pauta de administración del medicamento y, por lo tanto, favoreciendo las resistencias a antibióticos y dificultando el abordaje terapéutico.
En el manejo de los problemas dermatológicos y, en especial, de las otitis, a niveles generales todavÃa se tiene un concepto del manejo bastante convencional. Tenemos productos de uso y registro veterinario para las otitis, tanto fúngicas como bacterianas, en caso de las otitis mixtas mi experiencia es que ninguno de esos productos es 100%, pero para estos casos tenemos una estrategia a la que no se le está dando la visibilización que merece y es el uso de aceites esenciales. Los aceites esenciales contienen numerosos principios activos con propiedades antimicrobianas y no propician las resistencias bacterianas, por eso deberÃan considerarse en la clÃnica habitual.
El uso de aceites esenciales para tratamiento de otitis jamás debe realizarse sin la supervisión veterinaria, además, se puede realizar un cromatograma previo para saber a qué aceites esenciales son más sensibles los microorganismos patógenos causantes del cuadro y eso deberá hacerlo de manera necesaria la veterinaria y puede requerir un cultivo convencional previo.
Por último, hay que tener presente que solo se pueden realizar tratamientos tópicos en el canal auditivo si la membrana timpánica está intacta, ya que en caso de rotura corremos el riesgo de producir lesiones neurológicas.