Sara Martín de Diego

¡Hola, soy Sara!

Crecí en una zona rural de Castilla rodeada de animales y, desde muy
pequeña, desarrollé un amor especial por ellos. Pasar tiempo a solas
con ellos me parecía mucho más interesante que cualquier otra cosa.

Siempre tuve claro que, escogiese la vida que escogiese, cuidar de los
animales iba a ser una parte importante de ella. Cuando tuve que
elegir carrera, no sorprendí a nadie al escoger veterinaria. Sin
embargo, esta resultó ser un gran desengaño para mí, e incluso pensaba
a menudo en dejarla. Aun así, fui avanzando de curso en curso, supongo
que por convicción ciega, hasta que en quinto de carrera decidí ser
casa de acogida de dos gatitas abandonadas. Ya había sido casa de
acogida antes, pero a ellas decidí quedármelas definitivamente. Sin
embargo, había un problema: eran positivas a inmunodeficiencia y
leucemia. Pero yo quería que ellas tuviesen lo mejor, y una amiga me
sugirió que tal vez una buena nutrición podría ayudarlas. Así que me
puse manos a la obra.

Empecé haciendo cursos de BARF de varios profesionales y preparando
mis primeros menús. Aunque al principio no sabía muy bien lo que
hacía, iba mejorando cada día. Preparándoles su comida redescubrí mi
pasión por la veterinaria, y decidí que la nutrición sería mi
especialización.

Mientras aprendía cada vez más, empecé a trabajar. Primero en una
pequeña clínica, luego en un hospital, y por último como veterinaria
directora de un pequeño consultorio. Entre consultas, cirugías y
muchos cafés, acumulé alrededor de dos años de experiencia clínica,
que me enseñaron muchísimo, y al final me hicieron sentirme lo
suficientemente segura como para empezar a aplicar mis conocimientos
de nutrición en los pacientes.

Y seguí estudiando nutrición. Y me di cuenta de que, a través de los
alimentos, podemos hacer más que aportar calorías. Podemos utilizarlos
para alterar las rutas metabólicas del cuerpo, ayudándonos a combatir
enfermedades.

Por ello, decidí formarme en nutrición en serio y me inscribí en el
Máster de Alimentación Natural y Nutrición Funcional Veterinaria.

Y porque sería un desperdicio si no usásemos ese conocimiento en nuestro favor.

Ahora me encuentro en Valladolid. Trabajo desde casa convenciendo a la
gente de que hay otro camino. De que se puede cuidar la salud de tu
animal todos los días, y no sólo una vez al año.

Y tratando de que cada vez más animales estén todo lo sanos que puedan estar.