Vincenzo de Ioanni

Veterinario Integrativo, acupuntor y nutricionista

Siempre he vivido rodeado de perros y gatos, desde mi infancia me han acompañado y he disfrutado cuidándolos. Cuando era niño, rescataba a los gatitos sin madre que encontraba cerca de casa, sentía la necesidad de cuidarlos y ponerlos a salvo. Los alimentaba y era feliz simplemente estando con ellos, viéndolos jugar y dormir. Durante la adolescencia, cuando vivía en el campo, por la tarde amaba dar largos paseos con los perros de la casa. Los animales me hacían sentir bien, me reconfortaba estar con ellos y asumía con gusto la responsabilidad de cuidarlos. Es por eso que, llegado el momento de elegir, decidí estudiar la carrera de veterinaria.

En los últimos años de la carrera, tras haber asistido a diferentes seminarios descubrí el concepto de medicina integrativa, lo que me llevó en 2008, una vez licenciado, a matricularme en el Máster de Acupuntura Veterinaria impartido por IVAS. Es también en esta época cuando comienza a despertar mi interés hacia la nutrición como pilar fundamental para una vida saludable.

Tras mi experiencia laboral en una clínica 24 horas y en el Albergue Insular de Animales, decido en 2012 poner en marcha mi proyecto. Ese año inauguro el Centro Veterinario Equilibrio, con el objetivo de poner en práctica mi forma de entender la medicina veterinaria, desde un enfoque integrativo y centrado en la prevención. Según el cual un correcto manejo nutricional, unido a una atención adecuada a las necesidades de cada especie desde una edad temprana (explorar, morder, roer, jugar, etc…), todo ello en un entorno sereno, puede proporcionar a perros y gatos un mayor bienestar y salud, evitando así enfermedades futuras.

Licenciado en Medicina Veterinaria por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en 2007. Diplomado por IVAS en Acupuntura y Nutriterapia en 2011. Miembro de la Raw Feeding Veterinary Society. Desde 2012 he participado como ponente en diferentes seminarios sobre nutrición natural y funcional para perros y gatos.

Poco a poco voy adquiriendo la conciencia de que la salud implica mucho más que simplemente una ausencia de enfermedad. Para poder hablar de salud, tienen que estar cubiertas todas las necesidades de cada especie, lo que abarca un concepto más amplio de bienestar, en el que entran aspectos físicos y emocionales.