Vendaje neuromuscular

Cada vez tenemos más herramientas en la rehabilitación de nuestros animales, el vendaje neuromuscular se usa frecuentemente en los caballos ya que su corto pelaje permite una buena adherencia. En cambio en los perros nos encontramos con la gran variedad de pelajes que presentan y que no siempre facilita la correcta adhesión del vendaje.

A pesar de esto yo suelo usarlo frecuentemente para la estimulación de los diferentes tejidos durante la fase de recuperación de la propiocepción y la reeducación al esfuerzo, ya que en muchas ocasiones hay alteraciones de los mecanorreceptores que hacen que haya una carga asimétrica del peso y esto conlleva asimetrías musculares y alteraciones en la biomecánica de la marcha.

Veamos de donde viene este vendaje y sus diferentes aplicaciones.

Desde que fue inventado por Joseph C. Komp en el año 1970, el vendaje neuromuscular ha recibido diferentes nombres:

  • Kinesiotape
  • Kinesiology Tape
  • Medical Taping Concept
  • Vendas elásticas

Y este tipo de vendaje es definido como: “una venda de algodón elástica, que lleva aplicada una base adhesiva hecha de cianocrilato (polímero elástico) médico distribuida en forma de “S” y que le confiere unas propiedades específicas, relacionadas con la tensión que trasmite sobre la piel del paciente”.

Es importante diferenciarlo del tape clásico, ya que tienen diferentes características y diferentes usos.

El tape es un esparadrapo rígido que en ocasiones necesita poner un prevendaje previo y el kinesiotape es un tipo de vendaje elástico sin prevendaje. Al ser rígido, el tape puede causar compresión de la piel, músculos y articulaciones ya que su función es limitar el movimiento articular. En cambio es kinesiotape es un vendaje que permite el movimiento articular y que por sus características físicas no genera compresión local.

En ambos vendajes hay que vigilar dos factores:

– El estado de la piel para evitar irritaciones
– Que haya arrugas en el vendaje que produzcan zonas de hiperpresión.

Saltó a la fama de la mano del quiropráctico japonés, el Dr. Kenzo Kase en las olimpiadas de Seúl 88 al ser utilizada por numerosos deportistas japoneses.

El desarrollo del concepto de “las aplicaciones” neuromusculares, nace de la idea de qué, si su mano pudiera seguir actuando sobre la musculatura del paciente después del tratamiento, éste sería más eficaz.

El Dr. Kenzo buscaba conseguir un método natural para la recuperación de los tejidos, músculos, ligamentos y tendones dañados. Para conseguirlo necesitó profundizar en el estudio de los músculos, la piel y las fascias.

No fue hasta el 2001 que comenzaron a realizarse los primeros estudios científicos para valorar la eficiencia del Vendaje Neuromuscular. Viendo los buenos resultados obtenidos en el ser humano, esta técnica se ha extrapolado a los animales. Si bien es cierto que dado a la presencia del pelaje no se consigue el mismo grado de adherencia ni la misma duración de la aplicación, no deja de ser un complemento terapéutico muy útil en la estimulación de los tejidos.

El método de acción terapéutico del kinesiotape está vinculado a los conceptos de medicina asiática, donde la piel es el órgano reflexógeno más grande del cuerpo y desde el cual se puede influir con estímulos aferentes en el sistema nervioso central desencadenando las respuestas neurofisiológicas deseadas. Los efectos fisiológicos del vendaje neuromuscular son el analgésico, el aumento de la circulación linfática y sanguínea, la reducción de la fatiga muscular y neuromodulación del tono muscular, equilibra la interrelación de las fascias y estimula la propiocepción articular.

El vendaje neuromuscular es un vendaje adhesivo elástico en sentido longitudinal pero no transversal que tiene las siguientes características:

• Estimula la recuperación tisular
• Respeta la biomecánica articular
• Poca irritación cutánea
• No látex. Hipoalergénicos.
• Resistente al agua
• Permite transpiración
• Mejora circulación sanguínea y linfática.

Existen diferentes maneras de aplicación en función de la estructura a tratar y de los efectos que queramos conseguir. Se puede aplicar en el tejido muscular tanto para relajar como para estimular la contracción, en los ligamentos para activar los mecanorreceptores, en el sistema linfático para el drenaje de líquidos, en tejidos cicatrizarles para evitar la formación de adherencias,….

Las formas más comunes de aplicación son:

– El corte en I es el más conocido y el más utilizado, ejerciendo la tensión directamente sobre la zona a tratar, focalizando el tratamiento a lo largo del músculo o ligamento lesionado.

– El corte en Y es una variante del corte anterior, que incorpora una bifurcación a partir de un punto de la tira, de forma que ésta se ramifica en dos, repartiendo la tensión de manera uniforme por las dos áreas rodeando el vientre muscular.

– El corte en X, donde la tensión de la parte central ejerce el foco de estímulo directamente en el tejido lesionado, como en el corte “I”, pero sus cuatro ramificaciones permiten dispersar la tensión hacia los cuatro extremos. Se usa principalmente en músculos.

– El corte en abanico se utiliza cuando se tiene que cubrir por completo una articulación, pues permite abarcar un área más grande que los anteriores cortes.

También se le conoce como corte en pulpo. Se suele utilizar en las técnicas correctivas linfáticas o circulatorias, en las cuales, a partir de la función elevadora del vendaje, se aumenta el espacio y se reduce la presión sobre el tejido, favoreciendo la circulación sanguínea y el drenaje linfático.

La base del pulpo se pone siempre en la zona de los ganglios linfáticos.

– El corte en red o en malla, de igual forma que el anterior, favorece el aumento del espacio central de la zona afectada y activando la reabsorción de líquidos, enfocando la tensión en el centro. La diferencia con el corte en abanico es que en este caso los cortes están dentro de la cinta y los dos extremos están unidos como la tira original. Es como una tira en I pero con surcos dentro que aumentan el espacio.

– El corte en donut parte de los cortes “I” y “X”, pero incorpora un agujero en el centro. Se emplea para tratar zonas con dolores agudos o que presentan edemas, buscando elevación la zona afectada proporcionando alivio del dolor.

Tiene tantas aplicaciones gracias a los diversos efectos que tiene sobre los tejidos:

  • Efecto circulatorio:

             – Aumento del espacio intersticial

             – Elimina congestión

  • Efecto neuromecánico:

            – Refuerzo muscular

Estimulación mecanorreceptores

  • Efecto analgésico:
    – activación de sistemas analgésicos endógenos

Teniendo en cuenta sus características y sus efectos fisiológicos, podemos usar estos vendajes en:

  • Lesiones articulares
  • Dolor local e irradiado
  • Cicatrices postquirurgicas
  • Fase de reeducación al esfuerzo
  • Contracturas musculares
  • Estabilización de ligamentos

¿Y podemos usar cualquier color?

Pues si somos puristas con la técnica y el origen de la misma, la respuesta es NO.

Los colores de los vendajes están relacionados con la Medicina Tradicional China, en concreto con los colores Yin o Yang. Los colores Yang son cálidos y se deben usar en patologías crónicas. Y los colores Yin son fríos y se usan principalmente en patologías agudas. Ya que la Medina Tradicional China busca el re equilibrio del sistema.

A pesar de parecer una técnica sencilla hay que saber aplicarla y sobre todo ser conocedor de sus contraindicaciones:

Trombosis

• Heridas

• Traumas severos

• Problemas cardíacos

• Problemas renales

• Metástasis

• Embarazo en plexo solar y el región hipogastrio (L5-S1)

• Hipersensibilidad cutánea

• Alteraciones piel

• Diabetes

Aunque parece una técnica sencilla, es recomendable que sea aplicada por un profesional para evitar efectos adversos no deseados y para conseguir los mejores resultados de su aplicación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *